
Cómo alimentarnos en otoño
El otoño es la estación donde la Naturaleza se contrae. Las hojas y las frutas se caen, las semillas se secan y la savia se dirige hacia adentro y hacia las raíces de los árboles.
Nuestro cuerpo también tiene que empezar a “recogerse”, generando una energía que nos centre y nos caliente. Es el momento de empezar a reforzar nuestro sistema inmunitario y equilibrar los excesos del verano.
Se recomienda empezar esta transición poco a poco, suprimiendo comidas y bebidas frías y reduciendo la cantidad diaria de frutas y ensaladas crudas.
Aumentaremos el consumo de verduras redondas y raíces como cebollas, calabazas, zanahorias, nabos, coles y coliflores; creando platos nutritivos y dulces, como cremas de verduras y purés.
Los cereales más recomendados para esta estación son el mijo, la avena, el arroz y la quinoa. Los cocinaremos de forma lenta, a temperatura baja y durante más tiempo. De esta forma obtendremos un efecto equilibrante y relajante.
Poco a poco iremos introduciendo estofados de legumbres (garbanzos, lentejas, azukis….) que nos aportarán proteínas y calor interior. Incorporar un trocito de alga kombu al agua de cocción ayudará a ablandar la fibra de las legumbres y mejorará su digestión.
Reduciremos el consumo de hierbas aromáticas frescas y enfriadoras e introduciremos el jengibre fresco, el clavo y la canela con un efecto más caliente.
Por último no nos olvidemos de un grupo de alimentos muy representativo de esta estación: los frutos secos. El consumo diario de nueces, castañas, avellanas y almendras nos proporcionará energía para los requerimientos físicos y mentales que vienen aparejados con esta estación.
Gracias por vuestros comentarios ;)